En el segundo día del roadtrip en Italia,  la expectativa y la emoción de visitar Módena eran altísimas  (la región ofrece tantas cosas que simplemente dan ganas de vivirlo todo), pero cuando solo tienes 24 horas, toca priorizar… y elegir esas experiencias que realmente marcan la diferencia o que simplemente deseas vivir!

Esta vez, después de la experiencia en Turín (si no sabes a qué me refiero, te invito a leer este artículo: Qué hacer en Turín en un día), ya íbamos prevenidos y sabiamos que para disfrutar de un buen colazione italiano, tocaba madrugar.

Así que, a primera hora de la mañana, nos dirigimos al centro histórico para visitar el Mercato Albinelli, ese clásico mercado italiano lleno de colores, aromas y energía local. Pasear entre sus puestos es una experiencia sensorial: quesos, frutas, embutidos, pasta recién hecha… todo dispuesto como si cada día fuera un festín gourmet para disfrutar en casa. 

Después, caminamos hacia la Piazza Grande, donde disfrutamos un desayuno típico con vistas a la majestuosa Catedral de Módena, joya del arte románico y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Para mí, esta fue la primera gran experiencia del día: disfrutar de un desayuno literalmente mágico. Una hermosa vista, música de fondo (sí, había un violinista amenizando la piazza), un cappuccino, paninis y cornettos… y, como toque especial, un sol suave iluminando la plaza. De esos momentos simples que se quedan grabados en el cuore. 💖

Como segunda experiencia, decidimos cumplir uno de mis pequeños sueños: visitar la Casa de Luciano Pavarotti.

Confieso que fue una experiencia muy especial, recorrer el lugar donde vivió uno de los tenores más grandes del mundo tiene algo verdaderamente mágico. Sin duda, emoción y arte en cada rincón.

La casa, situada a las afueras de Módena, fue diseñada por el propio Pavarotti. Allí pasó sus últimos años rodeado de arte, música y recuerdos de una vida extraordinaria. El recorrido es íntimo y conmovedor: trajes de ópera, premios, cartas personales, fotografías y objetos cotidianos que muestran al artista… y al hombre detrás del mito. Cada habitación tiene una historia; cada rincón respira pasión. 

Y lo más bonito es que todo está conservado con tanto cariño que sientes que él sigue presente, cantando entre las paredes. 

Como toque especial, tengo que admitir que durante el trayecto hasta allí, La Traviata fue la banda sonora perfecta. 

Mi tercera experiencia: la Acetaia Giuseppe Giusti, la historia del elixir emblemático de la región con más de 400 años de tradición.

Después de esa visita cargada de emoción, la siguiente, y última experiencia, fue otro lugar que me fascinaba: la Acetaia Giuseppe Giusti, la más antigua productora de vinagre balsámico de Módena, con más de 400 años de historia y tradición.

Fundada en 1605, esta empresa familiar lleva más de 17 generaciones perfeccionando el arte de producir el auténtico Aceto Balsamico di Modena. Su historia está profundamente ligada a la ciudad y a la cultura italiana del buen vivir.

La visita fue una auténtica joya: recorrer sus barricas centenarias, impregnadas del aroma intenso del mosto envejecido, es como viajar en el tiempo. Aprendimos sobre el proceso artesanal, las maderas nobles donde reposa el vinagre y cómo cada etapa del envejecimiento aporta matices únicos de dulzura y acidez.

Y claro, la degustación final fue una experiencia sublime: desde el balsámico joven y vibrante hasta el envejecido durante más de 100 años. Cada gota cuenta una historia, cada sabor transmite su legado. 

Módena me encantó, y por supuesto que volveré.

Es de esos lugares donde el tiempo parece moverse distinto… donde la historia, la gastronomía y la pasión italiana se mezclan de una forma tan natural que te hacen sentir parte de su esencia.

En solo un día viví tres experiencias que me recordaron por qué amo viajar: por esos momentos que despiertan los sentidos, por las historias que se cuentan en silencio y por los lugares que te enseñan algo nuevo sin decir una palabra.

Y tú, ¿que lugares has visitado que han sido mágicos? Te leo en los comentarios...